«Yo soy la voz del que clama en el desierto»
(Juan 1, 6-8. 19-28) Le dijeron entonces: «¿Quién eres tú? para que demos una respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices de ti mismo?» Él dijo: «Yo soy la voz de uno que dama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías».