Ellos producen «El rey León», pero, por lo visto, no aprendieron nada: sepa cómo es posible que Disney, al mismo tiempo que defiende la preservación de los leones africanos, esté en una guerra feroz por el «aborto legal» en Estados Unidos. Disney lanzó hace un tiempo la tan esperada versión live action del clásico infantil «El Rey León». Para aprovechar la emoción (o exageración) de la gente, el estudio realizó recientemente una campaña para proteger a los leones africanos, en vista de la caída en el número de estos felinos. Según los informes, hoy hay alrededor de 20.000 leones salvajes en el mundo, la mitad de lo que existía cuando la historia de Simba, Timon y Pumba se vio por primera vez en los cines hace 25 años. Con la campaña Protect the Pride (Proteja a los leones), Disney pretende revertir ese cuadro y hacer que las personas sean más conscientes de preservar el medio ambiente. Nada en contra. El cuidado de los animales es una causa noble y merece nuestra atención, especialmente cuando algunas especies están en riesgo. La creación no es – atención – cualquier objeto sobre el cual el hombre pueda ejercer un dominio arbitrario e irresponsable.