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Novena de San José, con oraciones, himnos y meditaciones

Los textos de esta novena de San José, a excepción de algunos himnos, han sido extraídos de la Sagrada Escritura, de la Liturgia de la solemnidad de San José y de los escritos de los Santos del Carmelo.
Novena de San José

Esta Novena de San José contiene textos evangélicos y de los Santos del Carmelo. Todos los textos de esta novena de San José, a excepción de algunos himnos, han sido extraídos de la Sagrada Escritura, de la Liturgia de la solemnidad de San José y de los escritos de los Santos del Carmelo. La autora se ha limitado a hacer la composición de los textos en forma Novena.(María del Pilar de la Iglesia, ocds, Doctora en Teología –  Barcelona, 19 de marzo de 2018).

Novena de San José, con oraciones, himnos y meditaciones

DÍA PRIMERO: José descendiente de David

Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena de San José. 

Himno

Porque fue varón justo lo amó el Señor
y dio el ciento por uno su labor.

El alba mensajera
del sol de alegre brillo
conoce ese martillo
que suena en la madera.

La mano carpintera
madruga a su quehacer
y hay gracia antes que sol en el taller.

Cabeza de tu casa,
del que el Señor se fía,
por la carpintería
la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa
con Dios en la labor
y alargas tú la mano del Señor.

Y pues que el mundo entero
te mira y se pregunta,
di tú como se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afán,
tener propicio a Dios y escaso el pan.

Porque fue varón justo lo amó el Señor
y dio el ciento por uno su labor.
(Himno a José de Luis Blanco Vega) 

Texto bíblico

«En aquellos días recibió Natán la siguiente palabra del Señor: -Ve y dile a mi siervo David: Cuando hayas llegado al término de tu vida y descanses con tus padres, estableceré después de ti a un descendiente tuyo, un hijo de tus entrañas, y consolidaré su trono real para siempre. Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia, y tu trono durará por siempre» (2 Sam 7, 4-5. 12, 1416). «David fue el padre de Salomón; […] Por último, Jacob fue el padre de José, el esposo de María. Y María fue la madre de Jesús, que es el Mesías» (Mt 1, 6, 16).

Texto sobre San José de Santa Teresa de Jesús

«Tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra -que como tenía el nombre de padre, siendo ayo, le podía mandar-, así en el cielo hace cuánto le pide.        No he conocido persona que de veras le sea devota y haga particulares servicios, que no la vea más aprovechada en la virtud; porque aprovecha en gran manera a las almas que a él se encomiendan. Paréceme ha algunos años que cada año en su día le pido una cosa, y siempre la veo cumplida. Si va algo torcida la petición, él la endereza para más bien mío. […] No sé cómo se puede pensar en la Reina de los ángeles en el tiempo que tanto pasó con el Niño Jesús, que no den gracias a San José por lo bien que les ayudó en ellos. Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro y no errará en el camino»1.  

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa.

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden…(la conservación y expansión de los conventos..)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes, para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro.

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA SEGUNDO: Los desposorios de José con María

Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.

Himno

Porque fue varón justo
lo amó el Señor
y dio el ciento por uno su labor.

Humilde magisterio
bajo el que Dios aprende:
¡que diga, si lo entiende,
quien sepa de misterio!.

Si Dios en cautiverio
se queda en aprendiz,
¡aprende aquí la casa de David!
Sencillo, sin historia,
de espalda a los laureles,
escalas los niveles
más altos de la gloria.

¡Qué asombro, hacer memoria
y hallarte en tu ascensión,
tu hogar, tu oficio y Dios como razón!
Y pues que el mundo entero
te mira y se pregunta,
di tú como se junta
ser santo y carpintero,
la gloria y el madero,
la gracia y el afán,
tener propicio a Dios y escaso el pan.

Porque fue varón justo lo amó el Señor
y dio el ciento por uno su labor.

(Himno a José de Luis Blanco Vega)

Texto evangélico

«María, su madre, estaba comprometida para casarse con José; pero antes de vivir con él como esposa, quedó embarazada por la acción del Espíritu Santo.  José, su esposo, que era un hombre justo, no quiso denunciar públicamente a María, sino que decidió separarse de ella de una manera discreta.  Andaba él preocupado por este asunto, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: – José, descendiente de David, no tengas reparo en recibir en tu casa a María, tu esposa, pues el hijo que ha concebido es por la acción del Espíritu Santo. Y cuando dé a luz a su hijo, tú le pondrás por nombre “Jesús”, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto sucedió en cumplimiento de lo que el Señor había dicho por medio del profeta: La virgen quedará embarazada, y dará a luz un hijo, a quien llamarán “Emmanuel”, que significa “Dios con nosotros”. Cuando José despertó del sueño, recibió en su casa a María, su esposa, conforme a lo que le había mandado el ángel del Señor» (Mt 1, 18-24).

Texto sobre San José en San Juan de la Cruz

Hay un hecho, que los biógrafos de San Juan de la Cruz consignan en su vida, que hace referencia a San José. Era el prior en Granada, no pudiendo ir él personalmente, envió a dos frailes para que atendieran a las carmelitas:

«A su vuelta, al llegar a la nueva plaza cercana al convento, encontraron a un hombre de bella presencia… Este hombre se les acerca y les pregunta…. Padres, ¿por qué motivo esta Orden tiene una devoción tan grande a San José? – Porqué nuestra Santa madre Teresa le era muy devota, porqué le había ayudado mucho en todas sus fundaciones, y le había obtenido muchos favores del Señor… lo que hace que todas las casas que ha fundado las haya puesto bajo el patrocinio de San José. – Y obtendrá otros muchos favores – responde el misterioso personaje – Mírenme de cara VV.RR. y guarden una gran devoción a este santo, pues no le pedirán nada sin que no lo obtengan. De repente, el extranjero desaparece. Al llegar al convento se lo explican a san Juan de la Cruz, éste les dice. ¡Callaos! ¿No le habéis reconocido? ¡Sabed que era San José!  Id a arrodillaros ante él. Pero no ha venido por vosotros, sino por mí, que no le tenía toda le devoción que debía, pero le tendré de ahora en adelante»2 

Responsorio 

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa. 

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA TERCERO: José será el custodio del Hijo de María

Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.  

Himno

Danos, tú, San José,
tu valor y tu esfuerzo,
manos llenas de fe
para hacer de Dios el Reino:
para hacer un Mundo Nuevo.

Manos para soñar,
escuchando al Señor
en nuestros sueños.

Manos fuertes
que saben aguantar:
desiertos, sequedad,
en un pueblo extranjero.

Manos de San José,
que a Jesús le enseñan
a ser maestro.

Manos limpias,
en manos de María,
familia y alegría,
que hacen vivir
ya el Cielo.

Danos, tú, San José,
tu valor y tu esfuerzo,
manos llenas de fe
para hacer de Dios el Reino:
para hacer un Mundo Nuevo.

(Himno a San José de P. Toño Casado)

Texto evangélico

«Augusto, el emperador romano, publicó por aquellos días un decreto disponiendo que se empadronaran todos los habitantes de su imperio. Todos tenían que ir a empadronarse, cada uno a su ciudad natal. Por esta razón, también José, descendiente del rey David, se dirigió desde Nazaret, en la región de Galilea, a Belén, el pueblo de Judea de donde procedía el linaje de David. Fue, pues allá a empadronarse juntamente con su esposa María, que se hallaba embarazada. Y sucedió que, mientras estaban en Belén, se cumplió el tiempo del alumbramiento. Y María dio a luz allí a su primogénito; lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebre, porque no se había encontrado alojamiento para ellos en el mesón» (Lc 2, 1, 3-7).

Texto sobre San José en la beata Ana de San Bartolomé

De Santa Teresa de Jesús, aprenderá la beata Ana de san Bartolomé a confiar en la poderosa intercesión de San José:  «Pidámosle su ayuda y la de San José, fundador y padre del Carmelo teresiano la Santa que mucho nos importa tenerlos por intercesores en nuestras necesidades, y en particular al glorioso San José, como tan querido de Dios, no nos negará su Majestad cosa que por él le pidamos, que, después de la Virgen, no dudo sino que Jesucristo le quiere y tiene más cerca de sí que a otros santos, porque fue su padre en la tierra y le sustentó con el sudor de su trabajo y estuvo con él en el destierro de Egipto…Y nuestra Santa Madre Teresa dice que después que le tomó por abogado no le pidió cosa que se la negase. Y esta devoción de San José plantó la Santa en España, que casi no lo conocían, y ahora lo es tanto, que no solo en sus monasterios, mas hay grandes cofradías de él y en su día tantas devociones en las iglesias y misas con música y tañido de las campanas, como el día de Pascua. Harto ayuda a España este glorioso Santo»3. 

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa.

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA CUARTO: La presentación de Jesús en el templo

Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.


Himno

San José padre amoroso
de mi señor Jesús.

Dios te exalta
por ser su siervo más humilde.
San José la Iglesia clama
tu divina protección,
ven y llévanos a su reino de amor.

José hijo de David,
Justo y fiel esposo de la Virgen María
Dios te eligió para ser su custodio
Mejores brazos no encontró el Señor.

Tu ejemplo fuerte
de un gran amor a Dios.

Paciente y noble, prudente y casto Señor,
Dios en ti virtudes derrochó.

Te pedimos Patriarca protector,
concedernos tres gracias para gloria del Señor.

No cometer pecado mortal,
amor puro a Jesús y a María
y una buena muerte para descansar en paz.

(Himno a San José de Edgar Gutiérrez) 

Texto evangélico

«A los ocho días llevaron a circuncidar al niño, y le pusieron por nombre Jesús, conforme a lo que el ángel había dicho a María antes de quedar embarazada. Más tarde, pasados ya los días de la purificación prescrita por la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentárselo al Señor en el templo, cumpliendo así lo que dispone la ley del Señor: Todo primogénito, si es varón o animal macho, ha de ser consagrado al Señor. Al mismo tiempo ofrecieron el sacrificio prescrito también por la ley del Señor, de una pareja de tórtolas o dos pichones» (Lc 2, 21-24).

Textos sobre San José en el beato Francisco Palau

«En este gran Santo tenemos un poderosísimo abogado para todo. […] Parece que Dios ha encargado de un modo particular a San José la salvación de la Iglesia en estas borrascas, particularmente las de España. […] San José es sin duda después de María el más firme protector para lograr el triunfo de la religión católica en España. […] Tome a San José no sólo como abogado, sino aún maestro; le enseñará el manejo de las armas espirituales al modo que lo enseñó a Santa Teresa […], que agenció con Dios […] la conservación de la religión católica en España. Y en esta noble empresa, su director, protector y maestro fue San José».

Para alcanzar con mayor seguridad la intercesión de la Virgen María, se debe interponer «la intercesión de todos sus ángeles y santos, especialmente la de su esposo San José». De modo, que si el alma con viva fe «puede comprometer en su favor el patriarca San José, con él tendrá a María, con María a Jesús y con Jesús al Padre». Ya que el «Padre hace lo que el Hijo le pide, el Hijo lo que le pide su Madre»4.

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa.

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA QUINTO: La profecía del anciano Simeón   

Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.

Himno

San José el patriarca que acunó
al niño Jesús, lo vio crecer,
era ejemplo de justicia y de bondad,
todo era paz.

Pero aquí, la esperanza de un
pueblo que sufre tanto,
no morirá, todos juntos
lucharemos por la vida,
Viva la Paz.

Quiero ser el amigo que recorre
tu camino, que no importa
la sorpresa del destino, día y noche
siempre estaremos aquí.

Quiero ser ese sol por el que
brillará la luna, ser el viento por
el que borra la bruma y vivir
mi suelo junto a ti y ser feliz.

(Himno a San José de Héctor Hugo Ríos)

Texto evangélico

«Por aquel entonces vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel. El Espíritu Santo estaba con Simeón, y le había hecho saber que no moriría antes de haber visto al Mesías enviado por el Señor. Simeón guiado por el Espíritu Santo fue al templo al mismo tiempo que los padres del niño Jesús llevaban a su hijo para hacer con él lo que ordenaba la Ley. Y tomando al niño en brazo alabó, a Dios diciendo: – Ahora, Señor, ya puedo morir en paz, porque has cumplido tu promesa. Con mis propios ojos he visto al Salvador que has preparado a la vista de todos los pueblos. Él es luz que se manifiesta a las naciones, y gloria de tu pueblo Israel. Los padres de Jesús estaban asombrados de lo que Simeón decía acerca del niño. Simeón los bendijo y anunció a María, la madre del niño: – Mira, este niño va a ser causa en Israel de que muchos caigan y otros muchos se levanten. Es un signo de contradicción puesto para descubrir los más íntimos pensamientos de mucha gente. En cuanto a ti misma, una espada te atravesará el corazón. Después de haber cumplido todos los preceptos de la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su pueblo, Nazaret» (Lc 2, 25-35, 39).

Textos sobre San José en Santa Teresa del Niño Jesús

«Desde mi infancia había sentido hacia San José una devoción que se confundía con mi amor a la Santísima Virgen». «Rogué también a San José que velase por mí. Todos los días le rezaba la oración: “San José, padre y protector de las vírgenes”. Con esto, emprendí sin miedo el largo viaje (a Italia) Iba tan bien protegida, que me parecía imposible tener miedo»5.

Su amor y confianza a San José le acompañará en toda su vida, a él dedicará una poesía: «Vuestra admirable vida / en la sombra, José, se deslizó / humilde y escondida, / ¡pero fue augusto privilegio vuestro / contemplar muy de cerca la belleza/ de Jesús y María! / ¡Más de una vez, el que es Hijo de Dios, / y entonces era niño/ y sometido en todo a la obediencia vuestra, / sobre el dulce refugio de vuestro pecho amante / descansó con placer!/  Y como vos, nosotros,/ en la tranquila soledad, servimos / a María y Jesús, / nuestro mayor cuidado es contentarles, / no deseamos más. / A vos, Teresa, nuestra Santa Madre, / acudía amorosa y confiada / en la necesidad, / y asegura que nunca su plegaria / dejasteis de escuchar. / Tenemos la esperanza de que un día, / cuando haya terminado la prueba de esta vida, / al lado de María iremos, Padre, a veros. / Bendecid, tierno Padre, nuestro Carmelo, y tras el destierro de esta vida reunidnos en el cielo!»6  

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa.

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro.

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA SEXTO: San José protector en la huida a Egipto

 Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.

Himno

Quien no hallare maestro
que le enseñe oración,
que tome por maestro
al glorioso San José
y el camino no errará.

Querría yo persuadir a todos,
tener por seguro
de este santo glorioso
por los bienes que alcanza de Dios.

Yo no he visto persona
que de veras le sea devota
Que no la vea
más aprovechada en la virtud.

Pido por amor de Dios
que lo pruebe quien no me creyere,
y verá por experiencia
que es tenerle devoción.

(Canto al glorioso San José de Hna. Fabiola de Jesús, Carmelo
de San José y Santa Teresa de Puebla de los Ángeles, México) 

Texto evangélico

«Por entonces llegaron a Jerusalén unos sabios de Oriente, que preguntaban: – ¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido adorarle.  Cuando ya se habían ido los sabios de Oriente, un ángel del Señor, se apareció en sueños a José y le dijo: – Levántate, toma al niño y a su madre y huye con ellos a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarle. José se levantó, tomó al niño y a la madre y partió de noche con ellos   camino de Egipto, donde permaneció hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que el Señor había dicho por medio del profeta: De Egipto llamé a mi hijo. Cuando Herodes cayó en la cuenta de que había sido burlado por los sabios de Oriente, montó en cólera y mandó matar en Belén y sus alrededores a todos los niños menores de dos años, conforme al tiempo que calculó a partir de los informes de los sabios. Así se cumplió la palabra del profeta Jeremías: En Ramá se oye un clamor de muchos llantos y lamentos. Es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere consolarse, porque están muertos» (Mt 2, 1-2, 13- 18).  

Textos sobre San José en el beato Tito Brandsma

Quedó fascinado por el espíritu del Carmelo, por ello el beato Tito Brandsma procuró siempre vivir a fondo su vocación de carmelita, e invitaba a otros hacer lo mismo teniendo por ejemplo a la Virgen María y a San José:

«¡Qué alegría para ellos poder servir al Niño Jesús! ¡Qué diligencia en servirle, en atenderle y dispensarle sus cuidados! ¡Con qué respeto lo hacen! Plenamente satisfechos, se conforman con su pobreza. Nada de quejas ni críticas para sus semejantes: sólo atienden a sus deberes y privilegios. La mala voluntad de los otros en nada entibia su celo, sino que, por el contrario, los estimula más al cariño respetuoso y a la solicitud. Jamás se les ocurre pensar: los otros no hacen nada, ¿por qué he de hacerlo yo solo todo? No: lo que debemos nacer es demostrar santo celo con el fin de que nuestro amor por nadie puede ser superado»7.

«Admiramos la elección de San José que en todo se sometió a las órdenes divinas y continuó junto a María, para que en ella se cumpliesen los designios de la Providencia. Coloquémonos con María bajo el patrocinio del Santo Patriarca San José».

El beato Tito que se había puesto con toda confianza bajo la protección de san José, después de un calvario de cárceles, trabajos forzados y todo tipo de sufrimientos morales y espirituales, su confianza en la protección de San José junto a la de María y de Jesús será su única esperanza. Así lo escribe en su última carta a su familia: «Permanezcamos unidos bajo la protección de Jesús, María y José. No os preocupéis por mí. En Cristo vuestro Anno (Tito)»8. 

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa. 

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder saber hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA SÉPTIMO:  La vida de familia en Nazaret

 Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.

Himno

Yo no soy digno
de entrar en su hogar,
ni mucho menos
de llegarle a amar.

Soy un pobre carpintero
sin tesoros ni dinero.

Mi cetro un burdo madero
y mi trono un butacón.

Qué riquezas he de darle,
bajo qué techo aguardarles,
cuando el frío invierno,
al llegar venga dispuesto a quedarse.

Soy solo un trabajador,
con manos de leñador,
que convierte
en herramientas,
Pero como he de decir
con el mismo Dios vivir.

Quién soy yo para abrazarle
o decir que soy su padre.

¿Quién soy yo?
No me ha llamado
el Señor por tener fama o dinero.
Me ha escogido aunque soy
solo un simple carpintero.

(Canto a San José “Carpintero” de Felipe Gómez)

 Texto evangélico

«Después de muerto Herodes, un ángel del Señor se apareció en sueños a José, allá en Egipto, y le dijo: – Ponte en camino con el niño y con su madre y regresa con ellos a Israel, porque ya han muerto los que querían matar al niño. José preparó el viaje, tomó al niño y a la madre y regresó con ellos a Israel. Pero, al enterarse de que Arquelao, hijo de Herodes, reinaba en Judea en lugar de su padre, tuvo miedo de ir allí. Así que, nuevamente advertido en sueños, se dirigió a la región de Galilea y se estableció en un pueblo llamado Nazaret. De esta manera se cumplió lo que habían anunciado los profetas: que Jesús sería llamado Nazareno» (Mt 2, 19-23).  

Textos sobre San José en Santa Isabel de la Trinidad y Santa Teresa de los Andes

Santa Isabel de la Trinidad fue toda la vida muy devota de San José, no dejaba de encomendarle con toda confianza sus intenciones. Su Diario es fiel reflejo de ello: «Esta mañana he comulgado por el comienzo del mes de San José y he pedido a este gran Santo, en quien tengo mucha confianza que me ayude en la conversión de este pecador» (n. 17). En una carta a su madre le dice: «Dile que ruego mucho a San José [para que le conceda un novio]; esperaba que hubiera hecho algo para su fiesta; estoy llena de esperanza»9. El 1 de enero de 1906, ella morirá el 9 de noviembre de este año, cada hermana de la comunidad saca por suerte su patrón para el año que comienza. A Isabel le toca San José y dice a todas: «San José es el patrono de la buena muerte, viene a buscarme para llevarme al Padre. Ya sabía yo que San José vendría a buscarme este año. Ya está aquí»10.

Encomendó Santa Teresa de los Andes su vocación religiosa a la Virgen María y a San José, escribirá: «He puesto en defensa de mi causa dos grandes abogados que no pueden ser vencidos: mi madre Santísima, a quien jamás he invocado en vano y me ha sido mi guía verdadero toda mi vida, desde muy chica y mi padre San José -a quien he cobrado gran devoción-, que lo pueden todo cerca de su divino Hijo», «pues estoy segura que la Sma. Virgen y mi padre San José no han podido hacerse sordos a ruegos tan constantes y llenos de santa caridad». «¡Bendito sea Dios! Todo ha sucedido de un modo providencial y he visto patente la voluntad de Dios, pues tal como quería ha sucedido. El 7 de mayo la Sma. Virgen y San José me abrirán las puertas de mi convento y ese día moriré al mundo para vivir para siempre escondida en Dios».  «Me retiro con él (Jesús) en lo íntimo de mi alma, y allí, como en otro Nazaret, viviré en su compañía con mi Madre y San José»11. 

Responsorio

 Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa. 

Oración a san José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA OCTAVO: Pérdida y encuentro de Jesús en el Templo

 Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.  

Himno

Oh Patriarca santo, humilde José
a ti mis plegarias, dirijo con fe.

Tu fuiste elegido, por el mismo Dios
Para ser padre de mi Redentor.

Eres el esposo de la Virgen,
tu en tus brazos llevas al niño Jesús.

Oh José querido, Patriarca feliz
A ti mis plegarias, postrado ante ti.
Eres la esperanza, ante el Redentor.

A ti mis plegarias, de este pecador.
Oh Santo José, por tu humildad,
aumenta mi fe y mi caridad.

Por tu patrocinio, te pido con fe,
para ir al cielo, y allí te veré.

(Canto popular. ¡Oh Patriarca Santo!)

 Texto evangélico

«Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén, a celebrar la fiesta de Pascua. Cuando ya el niño era de doce años, fueron todos juntos a la fiesta, como tenían por costumbre. Después, pasados aquellos días, emprendieron el regreso. Pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin advertirlo sus padres. Ellos pensaban que iría mezclado entre la caravana, y así continuaron el camino durante todo un día. Al término de la jornada comenzaron a buscarle entre los parientes y conocidos, y, en vista de que no le encontraban, se volvieron a Jerusalén para seguir buscándole allí. Por fin, al cabo de tres días, le encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Y todos los que le escuchaban estaban asombrados de su inteligencia y de sus respuestas. Sus padres se quedaron atónitos al verle; y su madre le dijo: – Hijo, ¿por qué has hecho esto? Tu padre y yo hemos estado muy angustiados buscándote. Jesús les contestó: – ¿Y por qué me buscabais? ¿No sabéis que debo ocuparme de los asuntos de mi Padre? Pero ellos no comprendieron lo que les decía. Después el niño regresó a Nazaret con sus padres y siguió sujeto a ellos. Su madre, por su parte, guardaba todas estas cosas en lo íntimo de su corazón.  Y Jesús crecía, y con la edad aumentaban su sabiduría y el favor de que gozaba ante Dios y los hombres» (Lc 2, 41-52).

Textos sobre San José en Santa Maravillas de Jesús

Fue muy devota de San José Santa Maravillas de Jesús y enseñaba a los demás a descubrir su grandeza en el designio de Dios: “«Nuestro Padre San José fue el elegido por Dios para poner en sus manos lo más grande, lo más delicado, a la Santísima Virgen María y con ella le ha dado a su Hijo Jesucristo. Nuestro Padre San José tuvo que sufrir mucho, pero ¡con qué entrega y cuánta generosidad!»12.

Lo presentaba como maestro e intercesor para el progreso en la vida espiritual: «Que nuestro Padre San José que tan especialmente ha querido serlo suyo en el Carmelo, la enseñe más y más las virtudes que él practicó, para que agrade como él Cristo nuestro bien» «Que nuestro Padre San José me las llene del amor que él tenía a su Niño y me las enseñe a conversar con El y a agradarle en todo, sustentándole con las almas que le ganen; y que le pidan por mí, que quiero quererle tanto como él»13 «Que sea nuestro modelo N. P. S. José; pidámosle que nos enseñe a vivir sólo para Dios. Miren que el alma que de veras lo desea, el alma que es fiel en todas las cosas, aunque caiga, nunca deja de recompensarla el Señor»14.   

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa.   

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

DÍA NOVENO: Muerte de José en compañía de María y Jesús

Invocación inicial
Aclamemos a Cristo el Señor en esta novena a San José.

Himno

Hoy a tus pies ponemos nuestra vida.
Hoy a tus pies, Glorioso San José.

Escucha nuestra oración y por tu intercesión
obtendremos la paz del corazón.

En Nazaret junto a la Virgen Santa.
En Nazaret, Glorioso San José
cuidaste al niño Jesús pues por tu gran virtud
fuiste digno custodio de la luz.

Con sencillez humilde carpintero.
Con sencillez, Glorioso San José
hiciste bien tu labor obrero del Señor
ofreciendo trabajo y oración.

Tuviste Fe en Dios y su promesa.
Tuviste Fe, Glorioso San José.

Maestro de oración alcánzanos el don
de escuchar y seguir la voz de Dios.

(Himno a San José de José Antonio Poblete)

Texto evangélico

«Confiad en Dios, y confiad también en mí.  En casa de mi Padre hay lugar para todos; de no ser así, ya os lo habría dicho; ahora voy a prepararos ese lugar.  Una vez que me haya ido y os haya preparado el lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que podáis estar donde esté yo. Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá» (Jn 14, 1-4; 11,25).  

Textos sobre San José de Santa Teresa Benedicta de la Cruz

El amor y la confianza de Santa Teresa Benedicta de la Cruz en la protección de San José, nació, creció y arraigó profundamente en su ser en el Carmelo.

En el convento de Colonia escribirá la poesía Canto a nuestro Padre San José, que dedicará a la M. Josefa su priora: «Él no abandona a los suyos! / San José, nuestro Padre, / sabe ayudar en toda necesidad, / de los afligido consejero/ y en la muerte refugio nuestro. /Por eso nunca desalentaos/ si amenazan y envuelven tormentas;/ Sed atrevidos en el ruego, /la confianza tendrá su recompensa».

Ya en el carmelo de Echt (Holanda) huyendo de los nazis escribirá la  poesía ¡San José, ¡cuídanos!, haciendo referencia a la terrible persecución que vivían los judíos, cuando se pregunta si hay algún salvador, alguien que les pueda ayudar, dirá: «Un rayo se abre paso victoriosamente entre las nubes,/ una lúcida estrella, que se inclina amistosa y paternamente hacia nosotros, derramando bondad y ternura, este es San José. Y así acepto todo lo que nos angustia, / lo acepto y lo deposito en las manos fieles. / Acógelo! ¡San José, cuídanos!». «Si hay que buscar posada de casa en casas, / vete por delante como guía fiel, tú, compañero de camino de la Virgen Purísima, / tu, padre fielmente preocupado del Hijo de Dios, / Belén, Nazaret, incluso Egipto,/ será nuestro hogar, si tú permaneces con nosotros./ Donde tú estás, está la bendición del cielo. / Como niños seguimos tus pasos;/ llenos de confianza nos ponemos en tus manos./ Sé tú nuestro hogar: San José cuídanos»15 

Responsorio

Lo nombró administrador de su casa.
Lo nombró administrador de su casa.

Señor de todas sus posesiones.
Administrador de su casa.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Lo nombró administrador de su casa.

Oración a San José

Glorioso Patriarca San José cuyo poder sabe hacer posible las cosas imposibles, venid en mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Tomad bajo vuestra protección las situaciones tan serias y difíciles que os encomiendo…. Por la Orden… (la conservación y expansión de los conventos.)

Por la Iglesia…… (por el Santo Padre, por la santidad de los sacerdotes y para que sean ayudados en sus necesidades…)

Por los cristianos perseguidos….
Por la propia nación….
Por la humanidad….
Por las necesidades personales……, a fin de que tengan una feliz solución.

Mi bien amado Padre: toda mi confianza está puesta en Vos. Que no se diga que os he invocado en vano. Y puesto que Vos podéis todo ante Jesús y María, mostradme que vuestra bondad es tan grande como vuestro poder. Amén.

Padre nuestro. 

Oración final

Dios todopoderoso que confiaste los primeros misterios de la salvación de los hombres a la fiel custodia de San José; haz que, por su intercesión, la Iglesia los conserve fielmente y los lleve a plenitud en su misión salvadora. Por nuestro Señor Jesucristo.

Oración a San José por la Iglesia (León XIII)

A ti, bienaventurado San José, acudimos en nuestra tribulación; y después de invocar el auxilio de tu Santísima Esposa solicitamos también confiados tu patrocinio. Por aquella caridad que con la Inmaculada Virgen María, Madre de Dios, te tuvo unido, y por el paterno amor con que abrazaste al Niño Jesús, humildemente te suplicamos vuelvas benigno los ojos a la herencia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con tu poder y auxilio socorras nuestras necesidades.

Protege, Providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la escogida descendencia de Jesucristo; aparta de nosotros toda mancha de error y corrupción; asístenos propicio, desde el cielo, fortísimo libertador nuestro, en esta lucha con el poder de las tinieblas: y, como en otro tiempo librasteis al Niño Jesús del inminente peligro de la vida, así ahora, defiende a la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros protégenos con el perpetuo patrocinio, para que, a tu ejemplo y sostenidos por tu auxilio, podamos santamente vivir y piadosamente morir y alcanzar en el cielo la eterna felicidad. Amén.

También te Recomendamos el Artículo: Oraciones a San José

Notas

                                                        

  • Santa TERESA DE JESÚS, El Libro de la Vida, 6, 6-8.
  • Una detallada descripción de este hecho en P. CRISÓNOGO DE JESÚS, Vida y Obras de San Juan de la Cruz, BAC, Madrid 1972, 107-111.
  • ANA DE SAN BARTOLOMÉ, Obras Completas, Monte Carmelo, Burgos, 1998. Meditaciones sobre el camino de Cristo, n. 32-33, pp. 730-731.
  • FRANCISCO PALAU, Escritos, Monte Carmelo, Burgos, 1997. Lucha del Alma con Dios IV, 26-28, pp. 144-145.
  • Teresa de Lisieux, Obras Completas, Monte Carmelo, Burgos 2006. Manuscrito A,

57r.

  • Santa TERESA DEL NIÑO JESÚS, “A Nuestro Padre San José” (Poesía 14). 7 Beato TITO BRANDSMA, Camino del Cielo, Onda 1985, 82-83.
  • Citada por Miguel María ARRIBAS, El precio de la verdad. Tito Brandsma, carmelita, Postulación General de los Carmelitas, Roma 1998,
  • Isabel de la Trinidad, Obras Completas, Espiritualidad, Madrid 1986. Carta 265. Se alude a una María Luisa, que parece encontrar muchas dificultades en tener novio. Se invoca a San José Patrón de las familias.
  • Citado por Roman LLAMAS, San José, fundador y padre del Carmelo Teresiano, Arca de la Alianza, Madrid 2011, 116.
  • TERESA DE LOS ANDES, Obras Completas, Monte Carmelo, Burgos 1995, Cta 70 y 90. 12San José en la vida y espiritualidad de la Madre Maravillas de Jesús, La Aldehuela, 1992, 22-23.
  • MARAVILLAS, Era Así. Ed. La Aldehuela, Madrid 1993, 244, Cta. 1401.
  • San José en la vida y espiritualidad de la Madre Maravillas de Jesús, 22. 15 Citado por Roman LLAMAS, San José, fundador y padre del Carmelo Teresiano,
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1 comentario en “Novena de San José, con oraciones, himnos y meditaciones”

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