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Meditaciones para el mes del Sagrado Corazón de Jesús

Para encendernos en amor al amorosísimo Corazón de Jesús, audios para cada día del mes en la voz de la Hna. Claudia Ortiz.
Meditaciones para el mes del Sagrado Corazón de Jesús

A ese amorosísimo Corazón de Jesús acudamos con confianza en este mes de junio, «ese Corazón siempre inflamado de amor por nosotros, aunque tan mal correspondido. Corazón que encierra todos los tesoros de la misericordia divina, que encuentra sus mayores delicias en estar entre los hijos de los hombres» (Mons. Segur).

Los audios han sido grabados con la voz de la Hna. Claudia Ortiz.

Meditaciones para cada día del mes del Sagrado Corazón de Jesús.


Día 1: Origen, fin y objeto de la Devoción

Tan antigua como la Iglesia es la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Cuando San Juan reclinaba dulcemente la cabeza en el pecho del Maestro Divino, sentía ya las dulzuras inefables que de Él habían de derramarse por el mundo, y  manifestaba al mismo tiempo todos los sentimientos de gratitud que las almas santas habían de experimentar ante tanta abundancia de gracia y de misericordia.
La devoción al Corazón de Jesús es un acto de religión, como objeto es el adorable Corazón de Jesucristo, abrazado de amor a los hombres, víctima de la ingratitud de los mismos.


Día 2: Excelencia de la devoción al Sagrado Corazón

¿Queréis saber hasta dónde llega la excelencia y la nobleza del Corazón de Jesús? La Iglesia presenta a la devoción de sus hijos unido al alma Santa del Verbo encarnado, como órgano de sus afectos, de sus sentimientos, de sus alegrías, de sus tristezas, sus consuelos y dolores.

En el Corazón de Jesús se hallan, como dice el Apóstol, todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia; en él habitan toda la plenitud de la divinidad corporal. No solo es santo, es la santidad misma.


Día 3: La devoción al Sagrado Corazón es para todos los hombres

La devoción al Sagrado Corazón ha sido siempre en la Iglesia herencia de ciertas almas privilegiadas, como lo atestiguan los escritos llenos de ternura y de unción de San Agustín, San Bernardo, San Buenaventura, Santa Gestrudis, entre otros. El mismo Jesús ha querido que se publique y se extienda por todo el mundo. Todos los hombres fueron y son objetos de la ternura del Corazón de Jesús; todos fueron y todos son inundados con su sangre preciosa y colmados de sus beneficios.


Día 4: Ventajas que proporciona la devoción al Sagrado Corazón de Jesús

Las ventajas que proporciona la devoción al Sagrado Corazón de Jesús son innumerables. Prepara la conversión del alma, reanima la fe, aumenta la caridad, alimenta la esperanza cristiana, protege la pureza, asegura la paz del corazón, vivifica la piedad y da gran mérito a nuestras obras más pobres, uniendolas a la las del Salvador.

«En este Corazón adorable, dice San Pedro Damian, hallaremos las armas adecuadas para nuestra defensa, remedios para curarnos de nuestros males, auxilios poderosos contra los asaltos de nuestros enemigos, consuelos para aliviar nuestras penas y delicias para llenar de alegrías nuestras almas».


Día 5: Riquezas del Corazón de Jesús

«Cuando pienso en la abundancia de las riquezas que se encierran en el adorable Corazón del Maestro, decía un alma grande de nuestro tiempo, no hay ya nada que me asombre. De Él lo recibimos todo y en Él lo podemos todo, todo hasta llevar una vida pobre, humilde y amante en medio del mundo, y hasta sin darnos cuenta de ello. Cuando estamos próximos a sucunvir, ese Corazón divino se apresura a suplicar a su Padre que nos sugiera santos deseos, y que nos preste auxilios y favores; arranca de nuestro corazón los obstáculos que se oponen a la gloria de su Padre; nos hace vencer las dificultades que antes nos causaban pavor».


Día 6: De la devoción a las imágenes del Corazón de Jesús

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús es una predicación sencilla y continua, pero que exhorta e insta al amor y confianza que debemos tener en Dios.

Dice el devotisimo Lanspergio sobre el Sagrado Corazón de Jesús: «Para conservar la devoción al Sagrado Corazón guarda alguna imagen de ese corazón adorable, colócala en un lugar en la que podrás verla con frecuencia, para que su vista avive en nosotros el fuego del amor divino, bésala con la misma devoción con que besarías el Corazón de Jesucristo».


Día 7: Nuestra morada debe ser el Corazón de Jesús

El Cristiano no puede vivir sin morada: tiene un asilo en que reposar, y ese asilo es el Corazón de Jesús, que es más augusto, más magnífico, y más hermoso que el palacio de los más grandes monarcas de la tierra. La entrada es fácil y está siempre abierta,

Trabajemos por fijar en él nuestra morada con la fiel correspondencia a su amor. En el Corazón de Jesús, dicen los santos, encuentran las almas auxilios en los peligros, consuelos en las penas, defensa en los combates, seguridad en las tentaciones, paz en las tribulaciones, protección eficaz en la hora de la muerte y la gloriosisima corona en la eternidad.


Día 8: Estudio del Corazón de Jesús

Se puede decir a los cristianos lo que San Juan Bautista decía a los judíos hablando de Jesús: «En medio de vosotros estuvo a quien vosotros no conocéis». Efectivamente, Jesucristo no es bastante conocido; su amor no es bastante comprendido. Se sabe, es verdad, que es Dios, que ha muerto por nosotros, que está presente en la Eucaristía; pero generalmente este conocimiento es superficial, especulativo y estéril.

Hay que estudiar a Jesucristo meditando a fondo su doctrina, sus máximas, sus acciones, sus pensamientos  y sus afectos, con lo cual llegaremos a formarnos una idea viva y luminosa del corazón de Jesús, conociendo la excelencia de sus virtudes, la inmensidad de su amor y los tesoros de gracia que encierra este divino Corazón para los hombres.


Día 9: Caracteres del Corazón de Jesús

Dijo Nuestro Señor: «Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón». Y aunque era Señor de todos, estaba en medio de ellos como siervo. De todas partes acudían a él con confianza los desgraciados, porque sabían que nada le era tan familiar como la humildad, la mansedumbre y la caridad. Su ternura con los niños fue dulcísimo; su humildad y paciencia con los ignorantes, extrema; su constancia y generosidad con los caracteres difíciles,  sorprendentes; su celo con los pecadores,  ardentísimo;  más bien maternal;  su amor para los buenos,  sin límites,  y su humilde caridad para con todos era la Caridad de Dios.

Y aquella caridad,  virtud esencial de su corazón, de tal manera arrastraba los corazones  que, a pesar de los tiros de la envidia,  todo el mundo corría tras él y corría de tal manera que con aquella humilde caridad de su Corazón triunfó en el triunfo del mundo entero.


Día 10: Amor desinteresado y generoso del Corazón de Jesús

Mientras no hayamos sido testigos de los sacrificios de nuestros amigos, ignoramos hasta qué punto llegan el desinterés y la generosidad del amor que se nos profesa. El amor de Jesús ha llegado  a los últimos límites del heroísmo. Lo ha sacrificado todo por nosotros; los  goces,  los honores del mundo y los consuelos de la amistad.  Nos sacrificó su humanidad entera abandonándola sin piedad a las penas y dolores más crueles.  Mas aun, no se sacrificó hasta su divinidad, ocultando y comprimiendo, por decirlo así, por  por amor nuestro,  la gloriosa manifestación de sus divinos esplendores.

Su sacrificio, perpetuado hasta la consumación de los siglos en la Eucaristía,  es el sacrificio continuo de un Dios a un Dios por el bien de los hombres,  sacrificio que nos explica todo el misterio del amor del corazón de Jesús. ¡Ah!  cuando un Dios lleva el amor hasta inmolarse, basta anonadarse en un holocausto perpetuo, ¿rehusaremos nosotros corresponder a ese amor, ofreciéndole el sacrificio de nosotros mismos? ¿Nos resistiremos a inmolar afecciones incompatibles con nuestros deberes y con nuestra felicidad? ¿No negaremos a nuestras pasiones lo que no podríamos concederles sin comprometer nuestra salvación?

A la vista de los sacrificios inauditos aceptados por el Corazón amante de Jesús,  y  en presencia del pesebre,  del pretorio,  de la Cruz,  y del altar, ¿vacilaremos en seguir el camino que nos ha trazado con su sangre? ¡Ah! ¿qué alma sería tan cobarde que rehusara sacrificarse por Jesús?


Día 11: Ternura del amor del Corazón de Jesús

Todo nos revela  en Jesús la ternura de su Corazón «Mis delicias, dice, son estar con los hijos de los hombres». Y es tan encantadora esa ternura y tan inefable su mansedumbre, manifestación sublime de su ternura, que alumbra a sus mismos enemigos. La actividad del fuego para consumir la materia inflamable no es tan intensa, ni la piedra corre con tanta celeridad a su centro, ni los ríos se dirigen con tanto ímpetu al mar,  como es el ardor con que el Corazón de Jesús se comunica a las almas bien dispuestas que trabajan por separar los obstáculos que opone el pecado a los efectos del amor divino.

Manifestó el Señor a Santa Catalina de Génova que, por el gran amor que a los hombres tiene, no se irrita contra ellos de tal manera que no trate de buscarlos sin cesar para unirse con ellos. Le dio a conocer también que está siempre pronto a inflamar y penetrar el corazón de los hombres con los más ardientes rayos de su amor.


Día 12: Amor Misericordioso del Corazón de Jesús

La misericordia es el amor compasivo, el amor repleto de piedad, el amor que se compadece con el dolor de los demás, que quién quiere participar de ese dolor, que trabaja para aminorarlo, para hacerlo desaparecer, aunque sea necesario apropiárselo. Por eso, en los labios de Jesús, intérpretes fieles de su corazón, no hay palabras que más abundan que la misericordia, la compasión, la indulgencia, más veces aún repetida que la misma palabra amor. de modo que podemos decir muy bien que el amor que nos ha salvado es el amor de la compasión, el amor misericordioso.


Día 13: Amor perseverante del Corazón de Jesús

La perseverancia es el carácter propio del verdadero amor, el amor del Corazón de Jesús es generoso, desinteresado, tierno y misericordioso; pero la perseverancia pone el sello a todos los caracteres de su amor. Desde la eternidad nos amó con amor de predilección.

Con nuestra criminal ceguera nos hemos rebelado contra él. ¿Se ha entibiado el amor del corazón de Jesús? ¿ha detenido o desviado la corriente de sus favores? ¿ha dejado de obrar a su justicia?  no, nos ha esperado con paciencia; y,  Cómo haría una madre llena de ternura para con el hijo que no le ha manifestado sino desvíos,  nos ha buscado con mayor solicitud hablando a nuestro corazón y exitando nuestras almas impulsos de arrepentimientos y movimientos de pesar.


Día 14: Amor infinito del Corazón de Jesús

Agotadas todas las formas de lenguaje para expresar la generosidad, la liberalidad, la ternura, la misericordia y la constancia del amor del corazón de Jesús, es muy poco lo que hemos dicho, Porque ese amor es infinito. El amado discípulo, qué reclinó su cabeza en el Corazón de Jesús,  dice:  «Dios es caridad».  significa esto que Dios es caridad, amor por esencia,  por naturaleza.  Puro amor,  amor infinito en sí, al comunicarse a los hombres les comunica necesariamente amor.  Por eso dice San Bernardo: «Dios es amor y el don de Dios es amor también».


Día 15: Amor del Corazón de Jesús menospreciado y ultrajado

Las ingratitudes consisten en no amar a los que nos aman, vicio contrario a las inclinaciones naturales; por eso el ingrato es considerado como un monstruo en la sociedad. La ingratitud y la indiferencia de los hombres, a quienes ha amado tanto Jesús, son los verdugos de su Corazón Sagrado.

Él mismo lo ha declarado a Santa Margarita de Alacoque, diciendo que los tormentos que sufría su Corazón en esta nueva pasión son mil veces más dolorosos y crueles que los que había padecido en el calvario.


Día 16: El Corazón de Jesús, modelo de virtud de la Religión

La virtud de la religión consiste en dar a Dios el culto que nos prescribe nuestra dependencia de su divina Majestad, y se funda en que, siendo Dios a la vez nuestro primer principio y nuestro último fin, todo nos viene de su liberalidad y de su omnipotencia, y por tanto a él debemos referir cuanto poseemos.

Así que, la virtud de la religión abraza a todo el hombre, y lo une en cierto modo a su Creador. Según Santo Tomás de Aquino, es muy superior a las virtudes morales, puesto que con éstas glorificamos en particular tal o cual atributo de Dios, mientras que, consagrando con la virtud de la religión todas nuestras potencias al servicio de la Divinidad, glorificamos a Dios en todos sus atributos.


Día 17: El Corazón de Jesús, modelo de acción de gracias

La acción de gracias es a la vez acto  humildad,  justicia y amor. Cada don trae consigo una especie de contrato e impone al que lo recibe una deuda de reconocimiento que no se puede pagar sino con la Acción de Gracias. Nuestra naturaleza reconoce esta deuda,  por eso, todos los corazones aborrecen la ingratitud como violación de un derecho sagrado.

El Corazón de Jesús es el verdadero modelo de esta vida de Acción de Gracias. El Sacratísimo Corazón es verdadero trono, verdadero tabernáculo,  santuario vivo de la Divinidad.


Día 18: El Corazón de Jesús, modelo de celo por la Gloria de Dios

El celo es la perfección del amor: Si el amor es fuego, el celo es su llama; si el amor es oro, el celo es el mismo oro pero pasado por el crisol. El celo una verdadera pasión que devora el corazón con celestiales llamas.

Dios confío el cuidado de su gloria a su hijo único, y en el Corazón adorable de ese hijo, objeto de todos sus complacencias eternas, derramó un amor infinito cuya manifestación gloriosa es el celo.


Día 19: El Corazón de Jesús, modelo del aborrecimiento del mundo

El mundo es enemigo de Jesucristo. El alma que se apega al mundo, pierde muy pronto la piedad; se hace sorda a la gracia y se priva de las luces de las energías de la fe. Si queremos vivir en medio del mundo sin experimentar sus desengaños, nuestro corazón ha de estar bien dispuesto. Bien convencidos de la vanidad del mundo, la ha de detestar no corazón. Conociendo con toda perfección el precio inestimable de la amistad de Jesucristo, nos hemos de unir íntimamente con Él. Siempre que nos ofrezcan algo seductor, nuestro pensamiento se ha de volver instintivamente a Jesucristo diciéndole: ¿Qué puedo desear en la tierra fuera de Vos, Dios de mi corazón, herencia mía por toda la eternidad?


Día 20: El Corazón de Jesús, modelo de humildad

«Se anonadó a sí mismo ».  En estas palabras de San Pablo se nos Revela la increíble humildad de Nuestro Señor Jesucristo. La medida de la humildad, dice San Agustín, es la grandeza del que es humillado. Cuanto más grande es,  tan manifestación de su humildad:  y cuánto más se humilla,  tanto más se revela su grandeza. Siendo esto así, bien  puede decirse que Jesús no sólo es el más humilde de los hombres, si no el único que entre todos los hombres aparece perfectamente humilde puesto que sólo él puede humillarse perfectamente.

¿Cómo ha hablado Jesús de sí mismo? «Trae mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón».  A todos nos ha llegado esta Sublime enseñanza de Jesús. 


Día 21: El Corazón de Jesús, modelo de mansedumbre

Había invitado Jesús a todos: «Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón». La mansedumbre supone un alma buena, tranquila, pacífica;  da a las palabras,  a las miradas y al gesto un encanto que atrae y se gana los corazones. El temor es enteramente natural al hombre, y el aire severo, las miradas  bruscas y las palabras claras nos alejan y cierran por completo nuestro corazón. Hasta los que no tienen mansedumbre desean encontrarla en las personas con quienes tratan.

La humildad y la mansedumbre son dos virtudes que se complementan y están entre sí tan estrechamente ligadas, que es de todo punto imposible pensar en la una sin al mismo tiempo pensar en la otra y siendo Jesús el más humilde de los hombres y siendo su Corazón adorable el modelo más perfecto y acabado de humildad, ha de ser sin duda el más acabado y perfecto modelo de mansedumbre.


Día 22: El Corazón de Jesús, modelo de obediencia

Entre las afecciones más caras al Corazón de Jesús hay una que aparece como el principio de toda perfección en la vida humana del hijo de Dios:  Es la que tiene por objeto la obediencia. ¡La obediencia! El deseo más fuerte, más poderoso, más atractivo del Corazón de Jesús fue el de no hacer jamás su voluntad, el de no obrar ni hablar sino para obedecer a su Padre celestial.

«No he venido, dice, a hacer mi voluntad sino la de Aquel que me envió». «Mi comida, dice en otra ocasión,  es hacer la voluntad del que me envió y cumplir su obra»


Día 23: El Corazón de Jesús, modelo de espíritu de penitencia

Admiremos la bondad de Dios que paga por sí mismo las deudas que hemos contraído para con su justicia y que sólo exige que nos apliquemos sus méritos. Para ello necesitamos revestirnos del espíritu de penitencia.

¿Qué son todos nuestros actos para dar satisfacción a Dios por nuestros pecados?  Tenemos el Corazón de Jesús,  Nuestro modelo.  La justicia divina no podía exigir de él ninguna satisfacción personal, y todo el mérito de su penitencia, de su mortificación,  de sus Dolores, de su pasión, ha quedado  reservado para nosotros. En todos sus actos se propuso expiar los pecados de los hombres y reparar la gloria de Dios su Padre.


Día 24 – El Corazón de Jesús, modelo de la vida de abnegación

El primer acto del sacrificio es la aceptación generosa de uno mismo. Con esta generosa aceptación comenzó Jesús su carrera mortal y su oficio de Redentor.
Tal fue la entrada que hizo Jesús en el mundo: El ofrecimiento completo y absoluto de sí mismo para dar satisfacción a su Padre.

Si queremos conocer el Corazón de Jesús y conocerlo tal cual fue durante los largos años de su vida oculta, hay que contemplar su amor inmenso a la sumisión y a la obediencia.


Día 25: El Corazón de Jesús, modelo que debemos imitar

¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús!
¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que sos Vos, y haz que cada Latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre si. Amén.


Día 26: El Corazón de Jesús es nuestro modelo en nuestra relación con Dios

Glorificar a su Padre haciéndolo conocer amar y servir era el objeto de todas las preocupaciones del Corazón de Jesús, el móvil de todos sus actos y el fin de todas sus penas.
El Corazón de Jesús, nos enseña a buscar en todo la gloria de Dios, nos enseña también a llegar hasta él y a unirnos íntimamente con él, siendo de este modo el verdadero modelo de nuestra relación con Dios.


Día 27: El Corazón de Jesús es modelo en nuestras relaciones con nuestros prójimos

«Amaos como yo os he amado» tan hermosas palabras no pueden salir sino del corazón y del Corazón de Jesús. En esta frase que San Juan tomó de los labios de Jesús, hay dos enseñanzas diferentes: Primero, Jesús afirma que nos ha amado. Segundo, nos impone un  precepto, el de amarnos los unos a los otros.

El modelo es el Corazón de Jesús que se muestra lleno de amor para con los hombres; y el ejemplo, es todo lo que ha hecho el Salvador Divino con los hombres, sus hermanos,  mientras vivió entre ellos. De manera que el Corazón de Jesús es el manantial de donde hemos de sacar la caridad, el amor a los hombres nuestros hermanos.


Día 28: El Corazón de Jesús es nuestro modelo en nuestra vida interior

En el corazón existe el origen del bien y del mal: por la reforma del corazón a de comenzar la reforma de nuestra conducta exterior. Y en esto como en todo, nuestro verdadero modelo es el Corazón Sacratísimo de Jesús.

Lo sublime en el Salvador Divino es el orden admirable que hay en su corazón. Dueño de sus facultades, no sé sería de su memoria, de su inteligencia y de su voluntad, sino según las reglas de la sabiduría divina; mientras que nosotros, por el desorden de nuestras facultades causadas por el pecado original y por los pecados personales, tenemos la desgracia de vivir con nuestras facultades en continúa conclusión y Rebeldía.


Día 29: El Corazón de Jesús, modelo de nuestra vida exterior

Todo estaba admirablemente dispuesto en la vida exterior de Jesucristo; y es que, aunque ocupado en las cosas exteriores, estaba interiormente recogido; y, viviendo entre los hombres, estaba íntimamente unido con Dios.
Dos virtudes vemos en Jesucristo,  que debemos practicar, si queremos parecernos a nuestro modelo en nuestras relaciones con el mundo o sea en nuestra vida exterior: La modestia y la discreción. La modestia es virtud que regla al hombre exterior y lo modera con sabia economía en el uso de sus sentidos según las leyes severas de la prudencia evangélica. Es consecuencia del orden interior que reina en el alma; es un indicio de fortaleza con que el alma se domina a sí misma.


Día 30: Obstáculos que pueden oponerse a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús

Siendo tan provechosa a las almas la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, parece nada debiera oponerse a esa devoción; sin embargo, cuatro son los obstáculos que las almas amantes de Corazón Deífico conocen que pueden encontrarse en el camino de la verdadera devoción: La tristeza, el amor propio, la pasión dominante y el orgullo secreto.

Tomado del Libro «Mes del Sagrado Corazón» compuesto por la Rvda. Hna. Ana du Rousier y aumentado por el Padre Dionisio Fierro Gasca, Escolapio.

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